La manera en que acometemos una tarea a menudo dicta los resultados finales. Si, por ejemplo, acometemos la jardinería al descuido, las malas hierbas brotarán en los lugares descuidados. Pero si nos disciplinamos para trabajar fielmente el terreno, incluso cuando preferiríamos estar haciendo alguna otra cosa, nuestros esfuerzos producirán un jardín hermoso, libre de malas hierbas.
Preparar nuestra mente para la transformación quiere decir que decidimos estudiarla regularmente, incluso en días en que no sentimos ganas de hacerlo. Cuando preparamos nuestros pensamientos, quitamos las malas hierbas de los malos pensamientos antes de que echen raíces, y las bendiciones florecen en su lugar.
Aquí un ejemplo práctico:
En EEUU aparecía en los diarios un joven que tenía solo 21 años, el cual parecía agotado. Estaba vestido completamente de negro y llevaba un pequeño botón en su chaqueta que decía "Soy un desastre". Cualquiera que conociera a John Simon Richey estaría de acuerdo con esa afirmación. Era el líder de una banda de punk rock importante y su vida estaba regida por sus adicciones, como: Drogas, Alcohol, Sexo y Violencia. Asesinó a la mujer con la que vivía, cumplió condena en prisión, fue liberado y luego mató a un hombre en una pelea de borrachos en un bar. Poco después de salir de prisión por segunda vez, sufrió una sobredosis de heroína. Nadie se sorprendió cuando Richey, conocido por millones como el rockero Sid Vicious, murió antes de cumplir 22 años.
La vida de Sid Vicious ilustra el final natural de un corazón con una etiqueta “Soy un desastre”. Él era un desastre porque su corazón se comportaba como un desastre.
Siendo honestos, en la práctica el corazón termina creyendo lo que repetimos constantemente a nosotros mismos a nuestros familiares y también a nuestros colaboradores. Esa es la doctrina de la programación del hombre. Sid Vicious dijo: “Soy un desastre".
Si no se controla, la depravación da paso a la permisividad, y la permisividad degenera en inmoralidad. La inmoralidad eventualmente conduce a la culpa, que, cuando se racionaliza, conduce a la rebelión.
Busqué la palabra “consuelo” en un diccionario y encontré como definición “algo que genera un estado de bienestar o proporciona libertad contra el dolor y la ansiedad”. Tomar la iniciativa para apoyar a los colaboradores en problemas quiere decir prepararnos y capacitarnos para estar listos para señalar alternativas de consuelo y técnicas de pensamiento positivo.
Quiere decir darles los métodos de búsqueda de soluciones a los Pensamientos Negativos Automáticos (PE.N.A).
Las personas que no entienden la verdadera fuente de consolación, tratan de escapar de su dolor.
Buscan placeres, cosas materiales o drogas y alcohol para que les calmen.
Ciertos personajes en las organizaciones a menudo están tan desprovistos de razón, buenos deseos, vibras, o como lo llames. Todavía hay entre nosotros “personajes negativos y tóxicos”. No sirve de nada argumentar con ellos o procurar tener paz con ellos: pueden tener un corazón falso y su conversación es engañosa, negativa y hasta tóxica.
Bien, ¿qué haremos? ¿Acaso nos preocuparemos por ellos hoy? No; volvámonos a meditar en nuestras propias competencias, y capacidades de negociación.
Si estás enfrentando una prueba hoy, y no estás seguro de por qué te tocó pasar esta circunstancia para que tu vida sea trastornada por uno de estes personajes, dedica tiempo para concentrarte en los atributos que dispones para afrontar esta situación adversa !!! Pero “reconociendo” la circunstancia y las características de la persona que enfrentarás, “inspirando”, “soltando” y “re alineando” todas tus capacidades (concepto R.I.S.A). Este mecanismo te ofrecerá un alivio de la aplastante presión de la angustia y traerá paz y positivismo en los tiempos complicados.
Alfredo Z. Mi profesor y amigo del MBA me dijo una frase fabulosa que te la regalo: “Tu enfrentarás todos los días situaciones adversas, dependerá de la respuesta que tu des a estas, para que se conviertan en una oportunidad o un verdadero problema!!!”
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