Cuando escribes para trabajar, puede ser tentador confiar en la jerga de la industria o en grandes palabras o frases para inflar tus ideas. Pero el lenguaje exagerado no te hace parecer inteligente, y puede ser desagradable para los lectores. La mayoría de las personas se sienten atraídas por un tono más conversacional y sencillo. Por lo tanto, elige palabras más cortas y más familiares y explica las cosas de una manera que cualquiera pueda entender. Por ejemplo, escribe "cosas que podrían afectar la fusión" en lugar de "problemas que podrían afectar la finalización exitosa de la fusión". Además, ya sea que estés escribiendo un correo electrónico o una propuesta formal, asegúrate de que tu contenido sea visible, ya que probablemente se leerá en una pantalla, y en estos días, a menudo un teléfono. Tienes que suponer que tus lectores estarán distraídos, ocupados y en movimiento. El formato puede ayudar: intente usar subtítulos, viñetas, diagramas y tablas para resaltar sus conclusiones clave. Las oraciones cortas y los párrafos cortos también ayudan. Una buena regla general es "un pensamiento por oración". Si hay demasiadas ideas vinculadas en una oración, tus lectores pueden perderse y simplemente darse por vencidos. Éxitos!!!
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