Nadie quiere recibir promesas rotas o palabras vacías. En una corte, a la persona que da un falso testimonio se le puede acusar de perjurio. Evitamos a las personas en quienes no se puede confiar; en tanto que respetamos y admiramos a quienes cumplen su palabra.
Las palabras o promesas tienen valor real sólo cuando brotan de una fuente confiable. Descartamos las palabras de un extraño, pero consideramos con cuidado las palabras de un amigo sabio.
No cumplir con la promesa dada a un colaborador puede tener varios riesgos, entre ellos:
1. Pérdida de confianza: Si no cumples con lo prometido, el colaborador puede perder la confianza en ti y en la organización. Esto puede afectar la relación laboral y la motivación del colaborador.
2. Desmotivación: Si un colaborador no ve que se cumplan las promesas, puede sentirse desmotivado y desvalorizado. Esto puede llevar a una disminución en su productividad y compromiso con el trabajo.
3. Baja moral: Cuando las promesas no se cumplen, puede generar un ambiente de descontento y frustración entre los colaboradores. Esto puede afectar negativamente el clima laboral y la moral del equipo.
4. Rotación de personal: Si los colaboradores sienten que no se les cumple lo prometido, pueden buscar oportunidades laborales en otras organizaciones. La falta de cumplimiento de promesas puede aumentar la rotación de personal y generar costos adicionales para la empresa.
5. Daño a la reputación: Si la empresa adquiere la reputación de no cumplir con sus promesas, puede afectar su imagen tanto interna como externamente. Esto puede dificultar la atracción y retención de talento, así como la relación con clientes y proveedores.
Es importante cumplir con las promesas que se hacen a los colaboradores para mantener una relación laboral saludable, fomentar la confianza y mantener la motivación y compromiso de los empleados.
No ostante, cumplir con la palabra dada a un colaborador es de suma importancia por las siguientes razones:
1. Confianza y credibilidad: Cumplir con lo prometido genera confianza y credibilidad tanto en el colaborador como en la organización. Esto se traduce en una relación laboral sólida y estable, donde el colaborador sabe que puede confiar en las palabras y compromisos establecidos.
2. Motivación y compromiso: Cuando se cumple con la palabra dada, se fortalece la motivación y el compromiso del colaborador. Saber que sus esfuerzos y contribuciones son valorados y reconocidos a través del cumplimiento de las promesas, impulsa al colaborador a dar lo mejor de sí mismo y a mantenerse comprometido con su trabajo.
3. Productividad y rendimiento: El cumplimiento de las promesas contribuye a crear un entorno de trabajo positivo y seguro, donde los colaboradores pueden enfocarse en sus tareas y responsabilidades sin preocuparse por la falta de apoyo o incumplimiento de compromisos. Esto se refleja en un aumento de la productividad y el rendimiento laboral.
4. Retención de talento: Cumplir con la palabra dada ayuda a retener el talento en la organización. Los colaboradores valoran el respeto y la honestidad en la relación laboral, y si experimentan consistentemente el cumplimiento de las promesas, estarán más propensos a permanecer en la empresa a largo plazo.
5. Imagen y reputación: El cumplimiento de las promesas contribuye a construir una imagen y reputación positiva tanto interna como externamente. Los colaboradores hablarán bien de la empresa y la recomendarán como un lugar confiable para trabajar, lo que a su vez atraerá a otros talentos y fortalecerá la relación con clientes, proveedores y socios comerciales.
En resumen, cumplir con la palabra dada a un colaborador es esencial para construir y mantener relaciones laborales sólidas, fomentar la confianza y el compromiso, impulsar la productividad y rendimiento, retener el talento y fortalecer la imagen y reputación de la organización.
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