No dejes que lo “perfecto" sea el enemigo de lo “bueno"
Todos deberíamos esforzarnos por dar lo mejor de nosotros, pero si siempre aspiras a la perfección, puedes superar los plazos, molestar a tus colegas o colaboradores, y perder oportunidades. En lugar de nunca estar satisfecho con "lo suficientemente bueno", habla con otros sobre tus estándares. ¿Cómo se ve un buen trabajo para tu líder, compañero o cliente? Busca sus comentarios sobre los resultados esperados, los costos y los plazos en lugar de tratar de cumplir con sus estándares extremadamente altos. Luego verifica regularmente con los colegas los resultados. No esperes hasta que pienses que el proyecto ha finalizado, crea puntos de control donde compartas tu progreso, por ejemplo al 50% o al 80%. Tu jefe o cliente podría decirte que el trabajo es lo suficientemente bueno en ese momento. También puedes probar pequeños experimentos donde relajas un poco tus estándares. ¿Que pasó? ¿Se hicieron realidad tus peores temores? Finalmente, considera cómo el perfeccionismo impacta tus relaciones. ¿Estás estableciendo estándares poco realistas para quienes te rodean? La necesidad de tenerlo "perfecto" a menudo molestará a los demás y, en casos extremos, los alejará. Por tu bien, y el tuyo, aprende a estar satisfecho con lo suficientemente bueno. Éxitos!!!
Comments