En la historia de la guerra, los vencedores rara vez, si acaso alguna vez, han eliminado por completo a sus enemigos. Más bien, el grupo derrotado depone sus armas y se rinde al vencedor. Hasta cierto punto, el grupo victorioso se mantiene alerta a la presencia del enemigo. Ser vencedor no quiere decir que la amenaza de guerra se ha eliminado; pero sí quiere decir que la crisis inmediata ha pasado.
Uno de los enemigos de las personas en la guerra mental es el temor.
Antiguamente los ejércitos llevaban balas de cañones, por el temor de que se encontraran con el enemigo en alguna parte y no tuvieran qué cosa dispararles. Los rencores son tan pesados como balas de cañón; nos agobian.
Tiene escaso sentido llevarlos, lo más interesante es que, el “enemigo” ni se da cuenta de su hostilidad y con certeza se sorprenderá al saber que usted ha estado con una bala de cañón en el bolsillo.
Así que, examina líder Avenger tus rencores. Haz lo que los ejércitos hacen cuando se acaban las hostilidades: descarga tus balas de cañón y colócalas en el patio trasero del olvido. Entonces notarás cuán fácil es moverte de un lado a otro, y tomar decisiones con paz.
Es difícil avanzar por la vida cuando uno anda cargando las balas de cañón del resentimiento. Es obvio esto, pero muchas veces es más cómodo guardar cosas contra aquellos que nos han hecho daño, que dejarlos ir. Pero cuando uno elimina el peso extra, es libre para perseguir las relaciones personales de una manera más satisfactoria, en paz y así tener la mente libre para tomar mejores decisiones.
Practica hoy esta verdad. Desaste de la bala de cañón, camina ligero!!!
Comentários