El ego puede interponerse en el camino del buen liderazgo. Cuando nuestros egos se ven amenazados, nos aferramos a las decisiones pasadas durante demasiado tiempo, reaccionamos defensivamente a los comentarios negativos y nos emocionamos cuando necesitamos ser racionales. Afortunadamente, la meditación de atención plena puede servir como un antídoto, permitiéndote ver las cosas de manera más objetiva y formar relaciones más profundas. Comprométete a meditar por un corto tiempo cada día. Encuentre un lugar tranquilo, siéntese cómodamente en una silla o cojín y configura un temporizador para entre cinco y 25 minutos. Entonces simplemente comienza a observar tu respiración. Permite que la mente se separe de tus pensamientos y experimenta una sensación de apertura. Luego usa lo que ganas de esta práctica durante tu jornada laboral. Puedes calmar tu mente con algunas respiraciones conscientes antes de ingresar a una reunión o abrir tu correo electrónico. O practica en el momento: por ejemplo, mientras estás sentado en una reunión, enfoca tu respiración y simplemente observa si tu mente ha comenzado a tomar las cosas personalmente. Incluso tomar algunas respiraciones puede ayudar a disminuir el control de tu ego. Éxitos!!!
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