Cuando un colega o cualquier reporte directo no cumple con una tarea o promesa, rara vez es intencional. Más a menudo, es el resultado de un problema subyacente, como responsabilidades poco claras u objetivos poco realistas. Para identificar lo que realmente está sucediendo, y solucionarlo, verifica que no seas parte del problema. En lugar de preguntarte, "¿Por qué no están haciendo su parte?"
Más bien pregúntate: "¿Hay algo que pueda hacer de manera diferente para ayudar?" Luego, acércate al colaborador para revisar tu perspectiva de los objetivos. Por ejemplo, si a la persona le faltan plazos constantemente, podrías decir: "Me di cuenta de que parece que necesitas un poco más de tiempo para hacer el trabajo últimamente". Proporciona ejemplos específicos y luego pregunta: "¿Qué podemos hacer para ayudarte a retomar el camino?" Si el miembro de tu equipo se siente emocionalmente seguro, es más probable que trabajen contigo para resolver el problema. Finalmente, trabajen juntos para establecer expectativas realistas y un plan para avanzar. Y, por supuesto, acuerda una forma de medir el progreso, para que el problema no vuelva a ocurrir. Éxitos!!!
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