Imagínate aterrizar un jet en la oscilante cubierta de un portaaviones bajo la lluvia torrencial, en plena noche. Es complicado, pero se reduce a una sola orden del oficial de señal de aterrizaje al piloto que llega: “Ojo en la bola.” La “bola” es una luz redonda que brilla hacia el aeroplano y que el piloto usa para alinear su avión con la cubierta del portaviones. Cuando el piloto ve la “bola” y tiene confianza en su rumbo, responde: “Bola.” Desde ese punto hasta que aterriza tiene solamente una tarea que salva su vida: mantener sus ojos en la bola.
Piensa ahora en las ocasiones en la vida cuando andas buscando puerto en la tempestad, un lugar en donde aterrizar con seguridad y entero en lo espiritual y emocional.
Te recomiendo: Patea tus distracciones que te roben el foco.
Tratar con distracciones interminables en el trabajo puede ser agotador y hacerte sentir como si nunca hubieras hecho nada.
Para evitar el agotamiento, y para realizar un trabajo reflexivo e importante, debes combatir las interrupciones, especialmente las que estás creando, como revisar tu correo electrónico cada 3 minutos.
Presta atención a la frecuencia y al motivo por el que tu permites que te roben tu atención.
Toma nota cada vez que te encuentres cambiando de una tarea a otra, antes del punto de parada previsto. Luego, piensa en lo que le causó la distracción y anótalo también.
Una vez que te des cuenta de estas señales, busca formas de superarlas. Por ejemplo, pregúntate qué podrías hacer para dejar de revisar constantemente Twitter en tu teléfono, o cómo podrías evitar que otros te interrumpan cuando intentas concentrarte. Registra estas ideas, luego busca oportunidades para probarlas.
Mantén un registro de cuáles tuvieron éxito y cuáles no. Con el tiempo, terminarás con una lista de tácticas que te ayudarán a mantenerte enfocado y a darte una mayor sensación de logro. Éxitos!!!
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