En tiempos antiguos, un hombre ingenioso se inventó un objeto que le permitía ver por las paredes. Suena como ciencia ficción, pero este hombre inventó una manera de pararse en medio de una habitación, y ver por la pared al mundo de afuera. Llamó a su invención “ventana.”
Desde los tiempos más antiguos, hombres y mujeres han estado inventando dispositivos para hacer la vida más fácil: ventanas y puertas, carretas y automóviles, aparatos de aire acondicionado, computadores, e incontables millones de artículos. La oficina de patentes de la historia nunca ha atravesado un período de calma.
Los seres humanos son creativos porque fueron hechos con un fin; y si nosotros sabemos cómo diseñar objetos con un propósito, ¿no supones que el Creador nos ha diseñado a cada uno de nosotros con un propósito?
Definir el propósito de la vida es un proceso personal y reflexivo. Aquí tienes algunos pasos generales que pueden ayudarte:
1. Autoevaluación: Reflexiona sobre tus valores, pasiones, habilidades y lo que te hace feliz.
2. Define metas: Establece metas a corto y largo plazo que estén alineadas con tus valores y pasiones.
3. Encuentra significado: Busca actividades o causas que te brinden un sentido de propósito y contribución a los demás.
4. Busca inspiración: Lee, conversa con personas, y explora diferentes filosofías de vida para encontrar inspiración.
5. Acepta la evolución: Comprende que tu propósito puede cambiar con el tiempo a medida que creces y evolucionas.
6. Acción: Toma medidas concretas para trabajar hacia tus metas y vivir de acuerdo con tu propósito.
7. Reevaluación: Periodicamente reflexiona sobre tu propósito para asegurarte de que esté alineado con tus valores y deseos actuales.
Recuerda que encontrar tu propósito puede ser un proceso continuo y personal, y puede llevar tiempo. ¡Buena suerte!
La sociedad ha inventado montones de reglas desde el primer siglo para definir lo que quiere decir ser una “buena persona.” Con el correr del tiempo, en nuestra mente estas reglas se convierten en tradiciones casi iguales en ciertas culturas. Cuando las tradiciones se vuelven más importantes que los verdaderos valores positivos, hemos ido demasiado lejos.
Un ejemplo sencillo:
¿Te has disgustado con alguien que no concordaba contigo en algún punto no esencial de tus valores? ¿Has criticado a alguien cuya opinión difería de la tuya? Tal vez al insistir en tu lista, te has olvidado el asunto más importante en la lista y que es exhibir tu amor por el prójimo y la tolerancia.
Las relaciones son una gran parte de ser feliz en el trabajo. Ya sea que tu trabajo sea exigente o mundano, es más probable que te sientas satisfecho si pasas tiempo regularmente con colegas que te apoyan y te ayudan a crear un sentido de propósito. Piensa en tus valores (quién eres) y tus objetivos (lo que quieres hacer). Luego, revisa tu calendario para el próximo mes y considera qué eventos, almuerzos y reuniones de café te acercan a tus objetivos y cuáles no. ¿Prosperas cuando interactúas con personas optimistas? ¿Analíticas? ¿Calmadas? ¿Ambiciosas? ¿Estás colaborando con personas que comparten tus valores? Por supuesto, no puedes controlar todas las facetas de tu horario, pero cuando sea posible, prioriza trabajar y pasar tiempo con colegas que te ayuden a sentirte satisfecho, y minimiza las interacciones con las personas que consideras agotadoras o que son tóxicas. Sigue pensando en cómo puedes hacer pequeños ajustes en tu calendario para invertir en las relaciones correctas. Éxitos!!!
Comentários