Presta atención a estas señales: tu trabajo podría estar en riesgo. Hay muy pocos trabajos que sean 100% seguros, por lo que vale la pena prestar atención a las señales de que el tuyo podría estar en riesgo. Aquí 3 ejemplos:
1ro. Llamadas consecutivas de atención sobre tu gestión puede ser un presagio.
2do. Un nuevo jefe puede querer aportar nuevas perspectivas o contratar personas con las que ya esté familiarizado.
3ro. Considera si ves que se te presentan menos proyectos o sientes que se te ha cortado el ciclo de los trabajos relevantes; por ejemplo, no estás siendo invitado a las reuniones o ya no se te copia en correos electrónicos importantes.
Estas podrían ser banderas rojas que has caído en desgracia con un nuevo jefe. La pérdida de un sponsor también puede precipitar un cambio en el estado de su trabajo.
Pregúntate: "¿Quién está dispuesto a abogar por mí?" y comprende que es vital tener más de un líder influyente dispuesto a gastar capital político en tu nombre.
Ante estas alarmas tempranas, siempre es inteligente pensar en tus otras opciones de trabajo.
Al reconocer estos signos, puedes tomar las medidas necesarias para prepararte si necesitas hacer un cambio lo antes posible. Éxitos!!!
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