Después de una sesión extensa de ejercicio en el gimnasio, o un largo recorrido en bicicleta en un día caluroso, una bebida refrescante puede restaurar los electrolitos del cuerpo.
Después de una agotadora semana para lograr cumplir la fecha límite en el trabajo, un largo descanso de fin de semana puede restaurarnos la fuerza.
Lo interesante es que algunos fines de semana pensamos que, “El domingo por la mañana debería venir con botón de pausa”.
Esto lo escribí hace 3 años antes del COVID, debido que encontré que un común denominador entre colegas y familiares era la ansiedad los domingos por la tarde o por la noche!!!
Sin embargo ahora con el trabajo hibrido (desde casa o la oficina) da igual que día sea, debido que se trabaja igual sea fin de semana o de lunes a viernes.
Sin embargo, independientemente el día que sea es importante considerar que siempre que la preocupación se apodera de nosotros y nos hace vacilar, estamos en peligro de caer en errores y afectar nuestras emociones y a los que nos rodean (nuestros seres queridos).
La ansiedad por lo que pase el día de mañana debe ser evitada, pero también hemos de temer la preocupación constante o la procrastinación.
Qué motivo debemos tener en cuenta para que tengamos valentía hoy para enfrentar las circunstancias. Porque todo lo anterior que nos frena o nos roba energía solo se trata de una PE.N.A. Pensamiento Negativo Automático.
En tal sentido, te recomiendo lo siguiente:
1ro. Ten miedo a tener miedo el domingo o a cualquier día.
2do. Tu peor enemigo está en tu propia mente.
3ro. Sustituye la PE.N.A. Por la R.I.S.A.
R=Reconoce la causa de ese pensamiento que te produce temor hoy;
I= Inspira profundamente y medita en ello;
S=Suelta ese pensamiento exhalando todo el aire que puedas; y
A=Alinea tus capacidades y recursos a resolverlo positivamente y habla en voz audible: “Me aseguraré y no temeré hoy y disfrutaré el día completo, en la tarde y en la noche!!!”
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