Un embudo tiene un extremo angosto y otro ancho. Los dos extremos pueden representar la forma en que personas diferentes buscan su propósito en la vida. Algunos entran temprano en la vida por el extremo angosto, sabiendo exactamente lo que quieren ser o hacer. Otros entran por el extremo ancho, y reducen su enfoque y actividad con el paso del tiempo. Con nuestros dones y talentos singulares, cada uno puede seguir su propia senda por la vida.
En tiempos antiguos, un padre de familia ingenioso se inventó un objeto que le permitía ver por las paredes. Suena como ciencia ficción, pero este hombre inventó una manera de pararse en medio de una habitación, y ver por la pared al mundo de afuera. Llamó a su invención “ventana”.
Desde los tiempos más antiguos, hombres y mujeres han estado inventando dispositivos para hacer la vida más fácil: ventanas y puertas, carretas y automóviles, aparatos de aire acondicionado, computadores, e incontables millones de artículos.
La oficina de patentes de la historia nunca ha atravesado un período de calma, siempre está entretenida con nuevas cosas, por que los seres humanos son creativos y nosotros sabemos cómo diseñar objetos con un propósito, sin embargo ¿no se supone que cada uno de nosotros tiene un propósito? Ahora la pregunta: el trabajo que tienes, es parte de éste.?; o solo consideras que es una obligación que debes cumplir.?.
Lo que sé es que si existe un plan para tu vida. No somos mutaciones al azar, sino personas con un propósito antes de que el tiempo empezara. Si sientes que tu trabajo no encaja en este propósito, traza un plan progresivo de cambio, eso te dará motivación y aliento, te hará pensar que no hay un día al azar. Exitos!!!
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