Partamos por el principio que no existe un estilo de liderazgo uniforme y que funcione para todos, todo el tiempo.
Para ello es posible que debas ajustar tu estilo en función de las personas que estás administrando hoy, el contexto en el que lideras o las presiones externas en las que te encuentras.
Algunas situaciones requieren un estilo más directivo, mientras que otras requieren un enfoque más abierto; o quizás seguir un plan determinado, mientras que otras veces es mejor adaptarse sobre la marcha.
Para gestionar este nuevo reto, te dejo 7 tips:
1ro. Identifica y desarrolla una cartera de comportamientos que puedes emplear según la situación en cuestión;
2do. Comienza por comprender tus tendencias naturales, por ejemplo: ¿Cuál es tu estilo de liderazgo predeterminado? ¿Cuál es tu zona de confort? Si no estás seguro, obtén comentarios de colegas de confianza;
3ro. Aprende en forma ágil, ajusta lo que sea necesario y practica lo que necesites;
4to. El entrenamiento formal puede ayudar, ya sea por un colega/coach o incluso hasta por un robot de entrenamiento de IA;
5to. Trabaja en tu inteligencia emocional y habilidades de conciencia;
6to. Si quieres conocer qué estilo es el adecuado para un momento dado, confía en los colegas cercanos para que te den su opinión; y
7mo. Desarrollar la destreza para moverte entre diferentes estilos de liderazgo es extremadamente desafiante, pero se puede lograr.
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